Verborrea 1: Gestión Made in Chile

A ver... si si si, los jaguares de latinoamerica y la "custione" pero vamos... ¿realmente los resultados económicos de una empresa implican un éxito para la administración?

Ultimamente en este ir y venir por seminarios, visitas de clientes y palabreos eternos me he dado cuenta, o más bien me explotó en la cara, aquellos discursos progresistas que hablan de un mejor estadío al interior de la organización, el que se ve reflejado en los resultados anuales de las compañías, son cada vez más frecuentes, más amigos del coach que del látigo, menos competencias duras y más blandas y así citando a los "teólogos" de la organización uno podría pensar que estos tipos realmene saben lo que están haciendo.

El problema por tanto no es el dominio teórico de "cómo podemos hacerlo" sino que el desafío está en la implementación. Otra cosa es con guitarra diría el concreto y así hasta instrumentalizar la "competencia blanda" en un reduccionismo absurdo oculto tras una intervención sistematizada.

No es que me ponga mal esto de intervenir sistematizadamente, ya que parte de mi trabajo se justifica desde los lugares comunes en el discurso teórico, y se implementa desde el "póngale agua y revuelva" de las experiencias anteriores, esto sin asco alguno del quiebre del paradigma de las diferentes culturas empresariales.

En ambos fenómenos Jefes que saben teóricamente que es "lo que se lleva" en discurso organizacional postmoderno + Empresas que mueven la cabeza y se alinean con el discurso tienen la particularidad de poner en común frases como "lo importante son las personas" y resulta que lo único que no interviene en tales decisiones son las personas. Me pasa lo mismo cuando la actitud de gobierno menciona al "Pobre", hablamos del pobre, le deseamos suerte al pobre, entregamos herramientas al pobre y vamos ¿Alguien alguna vez ha visto un pobre? o más adecuado al contexto de esta verborrea ¿alguno de los dolidos clientes y doctores consultores ha visto a "las personas" que van a ser intervenidas? probablemente no, positivismo 2.0.

Me empelota que cada vez que propongo intervenciones que de verdad resulten un aporte la "dueña o dueño del negocio" prefiere no hacerlo, claro, sus metas de éxito son gastarse el SENCE y no que sus proyectos impacten. En fin, hoy estoy teniendo uno de esos días, donde el desafío moral está siendo eclipsado por el deseo económico.

plop!